Presenta una propuesta educativa centrada en el bienestar del estudiante y su desarrollo integral como ser humano. Makiguchi, educador y pensador japonés del siglo XX, critica el sistema educativo tradicional por enfocarse únicamente en la obediencia y la memorización, alejándose de las verdaderas necesidades de los alumnos. En su lugar, propone una pedagogía basada en la creación de valor (soka), donde el aprendizaje tiene sentido cuando contribuye a la felicidad personal, el bienestar social y el crecimiento creativo. A través de una visión humanista e innovadora para su época, el autor resalta la importancia de la educación como herramienta para transformar la sociedad y empoderar a los individuos. Esta obra es una llamada a formar ciudadanos conscientes, críticos y creativos, capaces de contribuir activamente al bien común mediante una vida basada en el respeto, la dignidad y la búsqueda de sentido.