Es una obra destacada de Benito Lynch, que reúne relatos breves que capturan la esencia de la vida rural en la provincia de Buenos Aires. A través de su estilo realista y detallado, Lynch presenta personajes y situaciones que reflejan la dureza y belleza del campo argentino. Los cuentos, como "La espina de junco" y "El angelito gaucho", exploran temas como la inocencia infantil, la tradición gaucha y las relaciones humanas en un contexto rural. La obra es reconocida por su capacidad para transmitir la atmósfera del campo y la psicología de sus habitantes, consolidando a Lynch como uno de los principales exponentes de la literatura gauchesca argentina. Su enfoque en la vida cotidiana y las costumbres del campo ofrece una visión profunda y auténtica de la sociedad rural de su tiempo.